Nos llega el relato de como vivió el ascenso, nuestro socio de honor y antiguo consejero del Córdoba CF, Rafael Barroso.
Hay cosas inexplicables, situaciones
que sabes que van a ocurrir o que las imaginas y que se producen. Hay
momentos que empiezas a imaginar y que cuando suceden no le das
importancia porque al imaginarlas es como sí ya las hubieras vivido.
Pero el fútbol es otra cosa. Ni sensaciones, ni imaginaciones, ni "Yo
creo que..." Algo de esto pasó el 22 de junio.
Partidos transcendentales he vivido unos cuantos, muchos en directo, especialmente del 2006 al 2012 por mi vinculación al Córdoba, y sobre todo partidos para ascender. Y para no descender. Otros, que por diversas causas no pude ver en directo, quise verlos en la tele desde la playa. Y todos esos vividos en la costa terminaron bien. Y como tengo mis manías, a Torre del Mar que nos fuimos porque sabía que la zona era mi talismán.
Sí eres de un equipo no sentirás ninguna alegría mayor que un ascenso o un desgarro superior a un descenso. Ninguna situación te producirá ese reguero de lágrimas mezclado con la risa tonta que se te pone mientras que no sabes qué hacer, ni a quién abrazar, ni qué decir... No recuerdas nada, sólo saltas y abrazas, y como que flotas y ni pesas, estás chorreando sudor pero te sientes helado...el sudor frío ése.
Cuando vi como saltaban desde las gradas aquellos elementos malencarados, sin camisa y pendencieros casi al final del partido, envié un whatsapp al grupo de gente y amigos que estuvimos juntos en el CCF. "Vaya favor que le están haciendo los chorizos éstos a su equipo"...Eran las 19,54 horas. Y mira el favor que le hicieron. Pero es que poco antes había escrito otro, a las 19,50: "El partido está en la línea de siempre. Marcaremos en el 90, aunque sea de rebote, y subiremos a Primera"... Y todo ocurrió más o menos así.
Lo que pasó después en mi casa ya no importa. Imágenes y más imágenes que vi como con nubes en los ojos. Era la frente, las cejas y toda la cara mojada por el sudor y las lágrimas. Estábamos en Primera, mi hijo vería por fin a su equipo entre los más grandes, porque nunca me preocupó aquello de tener un hijo, leer un libro y plantar un árbol. Cuando fui padre lo único que quería es que mi hijo viera a su Cordoba en primera, como yo lo vi. E inmediatamente, no sé cómo, recordé la canción del 62 que entonces canturreábamos los niños continuamente y que no sé quien compuso:
- "El equipo cordobés
Por su buena dirección
Sube por primera vez (ahora valdría "tercera vez")
A Primera división
- Los delanteros y los zagueros de mayor fama
Vendrán a vernos con sus sonrisas muy campechanas...
(Y seguía algo de las columna de la Mezquita)
- Alirón, Alirón, a Primera división " (Así terminaba
Lo siento, hasta ahí llega mi memoria. No era un gran himno pero era la canción del ascenso. Y aquello se cantaba continuamente y se oía por Radio Córdoba a todas horas. ¿Te acuerdas, papá?...
Mi padre. Ese que también quería que su nieto se sintiera importante por ser de un equipo y de una ciudad de Primera. "Ojalá yo pueda ver ese tercer ascenso y no me muera antes" decía a menudo. El se llevó mis últimas lágrimas de esa tarde-noche del día 22 de junio. Le faltaron sólo nueve semanas para ver cumplido su deseo.
Rafael Barroso Luna, ex directivo del CCF, Delegado de equipo muchas temporadas, socio fundador y abonado número 4, mi padre, me dejó el 14 de abril a los 96 años de edad. Se quedó a las puertas de su tercer ascenso a Primera División, pero estoy seguro que lo sabe.
Partidos transcendentales he vivido unos cuantos, muchos en directo, especialmente del 2006 al 2012 por mi vinculación al Córdoba, y sobre todo partidos para ascender. Y para no descender. Otros, que por diversas causas no pude ver en directo, quise verlos en la tele desde la playa. Y todos esos vividos en la costa terminaron bien. Y como tengo mis manías, a Torre del Mar que nos fuimos porque sabía que la zona era mi talismán.
Sí eres de un equipo no sentirás ninguna alegría mayor que un ascenso o un desgarro superior a un descenso. Ninguna situación te producirá ese reguero de lágrimas mezclado con la risa tonta que se te pone mientras que no sabes qué hacer, ni a quién abrazar, ni qué decir... No recuerdas nada, sólo saltas y abrazas, y como que flotas y ni pesas, estás chorreando sudor pero te sientes helado...el sudor frío ése.
Cuando vi como saltaban desde las gradas aquellos elementos malencarados, sin camisa y pendencieros casi al final del partido, envié un whatsapp al grupo de gente y amigos que estuvimos juntos en el CCF. "Vaya favor que le están haciendo los chorizos éstos a su equipo"...Eran las 19,54 horas. Y mira el favor que le hicieron. Pero es que poco antes había escrito otro, a las 19,50: "El partido está en la línea de siempre. Marcaremos en el 90, aunque sea de rebote, y subiremos a Primera"... Y todo ocurrió más o menos así.
Lo que pasó después en mi casa ya no importa. Imágenes y más imágenes que vi como con nubes en los ojos. Era la frente, las cejas y toda la cara mojada por el sudor y las lágrimas. Estábamos en Primera, mi hijo vería por fin a su equipo entre los más grandes, porque nunca me preocupó aquello de tener un hijo, leer un libro y plantar un árbol. Cuando fui padre lo único que quería es que mi hijo viera a su Cordoba en primera, como yo lo vi. E inmediatamente, no sé cómo, recordé la canción del 62 que entonces canturreábamos los niños continuamente y que no sé quien compuso:
- "El equipo cordobés
Por su buena dirección
Sube por primera vez (ahora valdría "tercera vez")
A Primera división
- Los delanteros y los zagueros de mayor fama
Vendrán a vernos con sus sonrisas muy campechanas...
(Y seguía algo de las columna de la Mezquita)
- Alirón, Alirón, a Primera división " (Así terminaba
Lo siento, hasta ahí llega mi memoria. No era un gran himno pero era la canción del ascenso. Y aquello se cantaba continuamente y se oía por Radio Córdoba a todas horas. ¿Te acuerdas, papá?...
Mi padre. Ese que también quería que su nieto se sintiera importante por ser de un equipo y de una ciudad de Primera. "Ojalá yo pueda ver ese tercer ascenso y no me muera antes" decía a menudo. El se llevó mis últimas lágrimas de esa tarde-noche del día 22 de junio. Le faltaron sólo nueve semanas para ver cumplido su deseo.
Rafael Barroso Luna, ex directivo del CCF, Delegado de equipo muchas temporadas, socio fundador y abonado número 4, mi padre, me dejó el 14 de abril a los 96 años de edad. Se quedó a las puertas de su tercer ascenso a Primera División, pero estoy seguro que lo sabe.
@rabadegui
Excelente testimonio de cordobesismo. Gracias por exponerlos.
ResponderEliminarSeguro que tu padre ha percibido -allá donde esté- las emociones que tú viviste con el tercer ascenso.
Felicidades y ¡aúpa el Córdoba!