Nos
siguen llegando relatos por correo electrónico, el siguiente lo firma Antonio Joaquín Santiago Moreno.
Mi
relato quiero empezarlo con aquellos 40 segundos aproximadamente que
transcurrieron entre que terminó nuestro partido con el Mallorca y terminó el
partido del Recre. ¡¡¡Ya éramos equipo de play-off!!!
En
aquel momento me corrió un escalofrío por mi cuerpo, era que pensaba que este
año era más factible subir, y que porque no este era nuestro año. No veía
ningún equipo de los cuatro superiores a nadie, por lo que el ascenso podía
llegar.
Y
llegó el play-off, recuerdo que tras empatar 0-0 con Murcia yo salí del campo
con una tranquilidad pasmosa, estaba convencido que en la Condomina pasaríamos
y así fue. Debo de reconocer que tras empatar en casa sin goles con Las Palmas,
no tenía yo ese convencimiento de que pasaríamos y ascenderíamos, aunque mi
amigo y hermano Salva me decía todo convencido que íbamos a ascender. Tenía la
sensación de que habíamos dejado escapar vivo al equipo amarillo. Los tres días
que transcurrieron hasta el día D, tenía mucho nerviosismo, no era optimista.
Ya que la ilusión de ver tan cerca algo tan grande, me hacía dudar.
¡¡¡Pero
llegó el gran día!!! Recuerdo que la
noche de antes hablaba por whatsaap con mi primo Antonio Martínez, y le decía
que tenía mucho miedo. Miedo por perder, miedo porque pasara el tren del
ascenso después de haberlo tenido tan cerca. Y el me contestó, no te preocupes
primo, que esto será como lo de Cartagena. Aquello me hizo reflexionar y tranquilizarme
y pensar que el sueño podía ser posible. Y me acordé que al igual que aquella
bendita temporada del 99, yo había vivido la temporada junto a mi primo en las
gradas del Arcángel, y pensé ¿Por qué no es este nuestro año?
El
domingo 22, fue un día de nervios, de miedos, de ilusión,…. Era una mezcla de
sensaciones. Tenía claro que iba a ser un día de lágrimas, de alegría o de
tristeza, pero de lágrimas. Recuerdo estar acostado en mi cama un rato antes
del partido y sentir un nudo en el estomago que hasta me impedía respirar bien.
Eran nervios de saber que algo grande podía pasar. Recuerdo que en aquella
soledad de mi habitación lloré como un niño, fue la única forma de
tranquilizarme.
A
las 17.25 me bajé al bar donde vería el partido (no aguantaba más en mi casa).
Iba a ver el partido junto a mi mujer y mi hija de un año (por cierto, en su
primer año de socia del CCF, este ha ascendido a primera), junto a familia y
amigos y sobre todo junto a mi primo Antonio, como aquella tarde del 30 de
junio de 1999.
Empezó
el partido, hay que reconocer que el Córdoba no estaba jugando un gran partido,
pero estábamos vivos. Tras el descanso llegó el gol de Apoño, aquello fue un
jarro de agua fría, pero seguíamos igual necesitábamos un gol. Debo de
reconocer que durante todo el rato tenía el convencimiento que en cualquier
jugada aislada íbamos a marcar. Sufrí mucho con las oportunidades del equipo
canario. Cuando empezó la invasión, debo de reconocer que todas mis esperanzas,
se fueron al traste, pensé que ahí se había acabado nuestro sueño, que ya no
ascenderíamos.
Y
se reanudó el partido, y llegó el gran momento GOOOOOOOOOOOL DEL CÓRDOBA¡¡¡¡¡¡
GOOOOOOL DE ULI DÁVILA¡¡¡¡¡¡ Y llegó el delirio, yo empecé a gritar y a correr
por la acera de la calle y llorando me tiré al suelo, sobre mi mis primos, mi
amigo, etc… cuando me levanté mi primer abrazo con lagrimas en los ojos fue,
como no, con primo Antonio, como en el 99 en Vistalegre, despues con mi amigo
Rafa, con mi primo Salva, con gente que no conocía y por último y más
importante con mi mujer, que de pie lloraba de emoción. Recuerdo la cara de mi
hija de un año, como nos miraba con cara de incredulidad de ver lo que
estábamos haciendo, y ella para no desentonar levantaba los brazos, sin saber
realmente que estaba celebrando algo histórico. Recuerdo una mujer mayor que se
me acercó y me dio dos besos y me dijo: “Llevo mirándote un rato y he visto que
has sufrido mucho, que lo estabas pasando muy mal, enhorabuena¡¡¡”
Fui a mi casa a recoger mi bandera y unas cosillas, y en ese momento me acordé que este año tendríamos aquí al
Barça y al Madrid. Pero sobre todo, me acordé del Almansa, del Mármol Macael,
del Villanueva, del Guadix, etc... y de manera especial de aquel play off en el
viejo Arcángel contra el Racing de Santander, el viaje a Plasencia, el viaje a
León, el ascenso en Cartagena, las salvaciones en Leganés y Getafe, el descenso
contra el Valladolid, el ascenso en Huesca, la salvación en Anoeta, con aquel penalti
del Cádiz, dos veces que eliminamos al Betis en Copa, la eliminatoria del Barça
y la vuelta en el Camp Nou, etc....
Tantas cosas..... buenas y malas que he vivido junto al club que ocupa mi corazón el CÓRDOBA CLUB DE FUTBOL.
Tantas cosas..... buenas y malas que he vivido junto al club que ocupa mi corazón el CÓRDOBA CLUB DE FUTBOL.
Y de ahí a la Gloria,
todos a las Tendillas. Todos de blanquiverdes, incluyendo mi pequeña de un año,
todos paseando orgullosos de ser cordobesistas. Mi móvil echaba humo de
llamadas y mensajes de personas felicitándome, dándome la enhorabuena. Ya que
sabían que para mí el cordobesismo es un estilo de vida, y que lo que se había
conseguido era un sueño para mí.
Mirad, esa noche cuando
me acosté, no me lo creía. Escuché la narración de Javier Bonache del gol del
Córdoba, y no podía llegar a creérmelo. Con las voces que yo había narrado
interiormente el gol del ascenso a primera, y había dicho aquello de: “¡¡¡El Córdoba
a Primera División, el Córdoba a Primera División!!!” y ahora era verdad…. INCREIBLE¡¡¡
Y si me tengo que
quedar con algo de la celebración del ascenso, fue con el canto del himno al
principio de la fiesta, con nuestro Reino todo a oscuras y todos cantando, allí
volví a romper a llorar como un niño, bajo la sorpresa de una pequeña que había
en la fila de abajo.
Para terminar, este
ascenso se lo quiero dedicar a todos los que desde siempre hemos amado y
amaremos al Córdoba. Y ahora me acuerdo de toda esa gente que se ha reído de mí
por ser cordobesista y que me decían que era tonto por ser de un equipo que
siempre pierde. Pues ya sabéis, ahí lo tenéis. Y por cierto, ahora cuando me
pregunten: “¿de qué equipo eres?” y yo les diga: “del Córdoba” y me digan:
“Pero de los de Primera”, podré decirlo muy orgulloso; “Del Córdoba, que es de
primera”.
Solo decir, que
disfrutemos del momento, que disfrutemos de algo que hemos soñado toda nuestra
vida, que disfrutemos de nuestro momento. FELICIDADES CORDOBESISMO¡¡¡¡¡
@afoni_CCF
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